EL GRAN RESETEO MUNDIAL

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Hacienda podrá entrar en nuestras casas sin previo aviso

Los recaudadores del Estado amenazan

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Al Estado le interesa nuestro confinamiento

     Mientras Sánchez impone el toque de queda, Feijóo cierra la hostelería. El objetivo clínico de impedir la transmisión del bicho se transmuta en un interés político de ambos personajes para mantener a la población ciega, sorda y muda. Cuando muchos expertos afirman que ni confinar ni cerrar los bares tienen un efecto especial sobre la pandemia, ellos anteponen este enorme experimento de ingeniería social a toda la población, haciendo alarde de una supùesta «responsabilidad» para paliar la «irresponsabilidad» de algunos ciudadanos y la suya propia. Y es que, en el fondo, todos los políticos tienen la habilidad de escurrir el bulto y culpar a los demás de sus propios errores.

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